Son innumerables los videos con especies marinas atrapadas en redes y cabos. Ese material que es abandonado por las pesqueras sin hacerse cargo del daño ambiental que generan en los océanos fue lo que motivó a Carmen Morandé, fundadora de Neta Upcycle Design, a hacer algo. Así que decidió rescatarlo y reutilizarlo de la mano del diseño.
Aunque suene increíble, ella lo teje y fabrica lámparas y alfombras.
Esta diseñadora textil se sumó al proyecto “Atando Cabos” que lleva a cabo la empresa Comberplast y que “articula a todos los miembros de la cadena para poder darle, de manera colectiva, una segunda vida a los residuos desechados a lo largo de toda la costa austral”, comenta Carmen. Y continúa: “Ellos recogen todos los cabos, es decir, las cuerdas que vienen de las salmoneras y los choritos. Sacan como 7 mil toneladas al año desde Chiloé hacia el sur”.
Suena increíble, Carmen. ¿Cómo es el proceso desde que rescatan los cabos hasta convertirse en lámpara o alfombra?
Cuando llegan los camiones con la carga de cabos rescatados del mar, yo voy a la empresa y me encaramo a esas montañas de cuerdas y voy escogiendo las que me parecen más interesantes, que están en mejor estado o con colores llamativos. Porque yo no tiño, los colores de mis productos son los originales de las cuerdas. Mientras busco, las abro, las desarmo para ver los tonos que tienen, porque por fuera vienen sucias, llenas de choritos, polvo y trenzadas. Me vengo como con 400 kilos de cuerdas en el auto, jajajá, y luego las lavo, las seco y voy rescatando las fibras para empezar a tejer.
¿Cuesta mucho?, porque los cabos son cuerdas rígidas, resistentes…
Ha sido todo un proceso para tejer los cabos. Empecé probando con unos artesanos de Chimbarongo, mezclando las cuerdas con mimbre para darles una estructura y color a los diseños. Después trabajé con artesanos de Chiloé para hacer canastos para pescar y empecé a ocupar la fibra plástica para bordar canastos de mimbre. Y lo tercero, fue que empecé a trabajar con un artesano que hacía alfombras de algodón y lana, y empezamos a hacer pruebas con los cabos. De a poco desarrollé una técnica para trabajar las cuerdas, que no son tan tiesas como el mimbre ni tampoco tan blanda como la lana.
Tremendo desafío.
Sí, pasé de un material súper natural como lana de llama que trabajé por más de 20 años con artesanos peruanos, a este desafío en el que quiero preparar a artesanos chilenos. Que juntos le saquemos provecho a los desechos.
O sea, ¿actualmente haces todo sola?
Mi trabajo es 100% manual y lo hago sola. Ha costado mucho que los artesanos tradicionales quieran trabajar con este material porque están acostumbrados a hacerlo con la misma materia prima y diseño siempre. Pero ya he dictado talleres para que otros también aprendan. Además, tengo un proyecto con el que quiero trabajar con mujeres privadas de libertad y para la gente que está interesada en aprender en sus casas, vendo kits de cestería y de manera virtual les explico paso a paso cómo tejer tu propia lámpara.
¿Qué fue lo primero que tejiste con cabos? Con lo que dijiste, sí, da buen resultado.
Una alfombra. Tomé la fibra, la puse en el telar y me lancé.
¿Qué te dice la gente cuando ve tus productos?
No creen, jajajá. Vitrinean y me dicen, ya, pero ¿qué cosas están tejidas con cabos? Y yo les digo, todo, si yo trabajo sólo con cabos. Les cuesta imaginar que esas cuerdas abandonadas en zonas costeras den origen a objetos de decoración.
Te pasaste. Carmen, ¿qué te hizo click para empezar a experimentar con material de desecho en el diseño?
El tema del calentamiento global me empezó a influir mucho. Tengo 4 niños y pensé en qué les dejo. No quería seguir diseñando por diseñar ni llenando más de basura. El nombre Neta Upcycle Design, no es que lo haya querido poner en inglés, es porque upcycling significa reutilizar algo, pero sin hacerle ningún cambio, sólo usar la creatividad para darle un nuevo uso.
¿Dónde se pueden adquirir tus creaciones?
Estoy vendiendo en tiendas como Estampa y Creado en Chile, y en mi web www.netaupdesign.com. No tengo tanto stock, porque la red de tejedores aún es pequeña, pero me vendo mucho por encargo, así que, con tiempo, puedo responder a todos los pedidos.